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QUÉ ES LA ADICCIÓN A SUSTACIAS PSICOACTIVAS

Qué es la adicción a sustancias psicoactivas?

En el lenguaje popular y científico existen varios términos que de alguna manera indican la relación de una persona con una sustancia: drogadicción, alcoholismo, fármacodependencia, tóxicodependencia, adicción.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la fármacodependencia como: "Un estado psíquico y a veces también físico producido por la interacción entre un organismo vivo y un fármaco, caracterizado por comportamientos o reacciones que incluyen el uso compulsivo de la sustancia, continuo o periódico, para provocar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar determinado por su ausencia".
Una terminología adecuada para unificar las diferentes palabras es la propuesta por Pérez G.1: "Adicción a sustancias psicoactivas" (SPA) que nos indicaría la dependencia de una persona hacia aquellas sustancias que ejercen una acción sobre el sistema nervioso central (SNC), y que por lo tanto modifican el campo de conciencia del sujeto.

De esta manera, una persona puede ser adicta al alcohol, a la cocaína y así sucesivamente a varias sustandas psicoactivas.

Antes de adentramos en el tema es importante conocer algunos conceptos claves en el desarrollo del mismo.

1. Tolerancia

Es un hecho fundamentalmente farmacológico que consiste en la disminución de la intensidad de los efectos producidos por una sustancia psicoactiva a medida que se repite su consumo. Se puede definir con la fórmula: a > (mayor) frecuencia de consumo < (menor) efecto. Por ejemplo, si una persona ingiere una sustancia psicoactiva, al momento de su ingestión percibe unos efectos "X". Durante varios días, quizá meses, sentirá esos mismos efectos "X", pero a medida que pasa el tiempo, van disminuyendo hasta que "no siente nada". Los efectos iniciales "X" "desaparecen" y para lograrlos nuevamente, tiene que aumentar la dosis de esa sustancia. En este momento ha desarrollado la tolerancia. Es importante tener presente este fenómeno ya que después de que un adicto se ha desintoxicado, por ejemplo, de heroína y después de varios meses vuelve y consume una dosis alta, puede morir por sobredosis, puesto que el organismo había recuperado su forma original de sensibilidad a los efectos de la heroína (el mecanismo de la tolerancia no está presente). El consumidor de bazuco empieza con un cigarrillo para "sentirse bien"; pasado algún tiempo tiene que aumentar a 23 cigarrillos diarios para lograr el efecto inicial.

2. Dependencia física
Consiste en la adaptación fisiológica a una sustancia. Algunos autores la denominan también neuroadaptación.
El consumo permanente de psicoactivos produce modificaciones en el sistema nervioso central, en las neuronas, sinapsis, etc. El organismo se "acostumbra" a recibir su "dosis" de psicoactivo; al no serle suministrada ésta, se origina la "protesta": el comienzo de la crisis de abstinencia. El organismo, biológicamente hablando, comienza a "necesitar", a depender de una sustancia.

2. Dependencia psicológica

Se define como el impulso al consumo periódico o permanente de una sustancia, con el fin de experimentar un placer o disminuir un dolor. Convierte al consumidor en una especie de esclavo, que no podrá realizar sus actividades normales sin recurrir al "bastón", en cuya ausencia le será imposible caminar. Es importante aclarar que los dos fenómenos descritos están relacionados: lo psíquico y lo físico son los componentes del individuo. Hay "momentos" donde "pesa" más uno de los dos, pero siempre existe una mutua influencia.

2. Crisis de abstinencia
Es el conjunto de signos y síntomas: "malestares" que aparecen cuando una persona adicta deja de consumir las sustancias psicoactivas.
Los signos y síntomas pueden variar, dependiendo de la persona, la clase de sustancia y el tiempo de consumo. Algunos son: náuseas, vómitos, taquicardia, escalofrío, insomnio, depresión, convulsiones. La experiencia enseña que el adicto "exagera" los síntomas de la crisis de abstinencia para manipular y conseguir medicamentos de toda clase.

Se plantean dos tipos de crisis de "abstinencia". Una se da a corto plazo y la otra en un tiempo más prolongado. La primera puede durar entre tres y cuatro días, según las características del individuo, sustancia y tiempo de consumo. Ocasiona mayor malestar de tipo físico que psicológico. La segunda puede durar hasta siete meses y los malestares más graves son de tipo psicológico. Después de la ingestión de la última dosis, la persona comienza a recuperarse poco a poco en su aspecto físico: come bien, duerme con regularidad, cesan los calambres musculares o escalofríos, si estos últimos han existido; en su lugar comienza el malestar más delicado: la depresión. El adicto ha perdido su "objeto amado": la sustancia psicoactiva. Se encuentra de nuevo sin el apoyo del "bastón", tiene que enfrentar la realidad diaria. Es por esto que durante varios meses sufrirá manifestaciones de tipo depresivo, a las cuales deberá prestarse la mayor atención durante la terapia, ya que el adicto se encuentra "desnudo", con todos los complejos y traumas que la sustancia psicoactiva había "enmascarado".

5. Causas de la adicción
La etiología de la adicción a psicoactivos es un tema muy complejo (hay en juego muchísimas "variables"), mas no es el objetivo del presente análisis entrar en un estudio detallado de las "causas". D. Lettieri, M. Sayers y H.W. Pearson, han publicado su obra titulada Theories on Drug Abuse (Nida Research Monograph 3o 198o), en el cual resumen la problemática así: habría unas 43 teorías que tratan de explicar el porqué una persona se vuelve adicta. Vista la adicción desde la óptica de la multicausalidad, se analizan factores de tipo biológico, psicológico, sociológico y espiritual que tienen que ver con la aparición del fenómeno que golpea de modo tan grave a la sociedad contemporánea.
Algunos factores de tipo social que indudablemente tienen que ver con la aparición de la adicción se exponen así:

— Deficiencia en la prestación de servicios básicos a cargo del Estado, que obliga a muchas personas a dedicarse a la producción, comercio y consumo de sustancias psicoactivas (teoría de la marginalidad).
— Estrategias de control, prevención y represión, que algunas veces se ponen en práctica y otras se olvidan, según las conveniencias políticas de los países.
— Mecanismos de mercado, oferta y demanda que determinan la producción, comercio y consumo.
— Características geográficas de un país que pueden favorecer o no el consumo.

Entre los factores de tipo personal biopsicoespiritual, que influyen en el consumo de psicoactivos, se cuentan:
— Predisposición biológica.
— Depresión.
— Influencia de los amigos.
— Actitud favorable al consumo.
— Baja tolerancia a la frustración.
— Problemas de identidad. Baja autoestima.
— Falta de asertividad ("no digas sí cuando quieras decir no").
— Falta de programación del tiempo libre.
— Ausencia del padre.
— Uso precoz del cigarrillo.
— Uso indiscriminado de medicinas por parte de los padres.
— Conflictos familiares graves.
— Pérdida de valores éticos o religiosos.
— Carencia de metas—vacío existencial.
Cuando se habla de "causas" para intentar explicar la aparición de la adicción, se hace referencia a menores o mayores probabilidades de que aparezca el fenómeno y no de una relación lineal: 1 causa1 efecto. Así por ejemplo, una persona puede poseer todos los factores enumerados anteriormente y carecer de problemas de adicción, mientras que otra, puede ser ajena a aquellos factores y sin embargo convertirse en adicta.
Los factores causales nos permiten concluir que, en la medida en que se conjuguen mayor número de ele¬mentos, las probabilidades para el desarrollo de una adicción son mayores.
Para algunos padres de jóvenes adictos la pregunta ¿por qué mi hijo es así? ¿Qué le faltó? Se convierte en un martirio y el complejo de culpa no les permite mantener la suficiente serenidad para afrontar el problema. Al respecto, es bueno recordar alguna frase de Viktor Frankl, el fundador de la logoterapia, quien afirma que frente al destino inevitable y adverso es inútil preguntarnos, "¿Por qué a mí? Por el contrario, nuestro deber es replicar, dar una respuesta, actuar".

6. Patrones de consumo de sustancias psicoactivas

Una persona no se vuelve adicta de un día para otro, sino mediante un "proceso" con etapas que señalan un mayor o menor grado de relación con el psicoactivo. Existen varios "tests" o cuestionarios que pueden realizar un diagnóstico del joven. Algunos de los tests de diagnóstico más utilizados son el índice de severidad de adicción "ASI" y la prueba para alcoholismo "CAGE". En Europa es frecuente utilizar los exámenes de orina para detectar el nivel de adicción.
Una descripción muy conocida de los patrones de consumo de sustancias psicoactivas, que nos puede dar una aproximación diagnóstica es la propuesta por la National Comission on Marihuana and Drug Abuse, organismo norteamericano que la publicó en 1973 y plantea lo siguiente:
a) Consumo experimental y/u ocasional Se usa la droga por curiosidad, por "probar".
b) Consumo social y/o recreativo
El consumo se hace más regular en relación con la categoría anterior. Se usa en fiestas y juegos; el fin es facilitar encuentros y relaciones sociales.
c) Consumo circunstancial y/o situacional
Determinadas circunstancias o situaciones se convierten en un "problema" para la persona, la cual cree que drogándose puede afrontar mejor dichas condiciones (deportes, trabajo, sexualidad).
d) Consumo intenso
Ante las más variadas circunstancias, la persona encuentra la "excusa" para drogarse, para "superar" un problema. El consumo mínimo es una vez al día.
e) Consumo compulsivo El uso se hace para evitar la crisis de abstinencia. Todas las actividades de la persona van encaminadas a buscar la droga.

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